domingo, 16 de junio de 2013

Demasiada sal en la cesta de la compra

S. Gutiérrez

Última revisión jueves 17 de mayo de 2012

Hacer una compra saludable puede ser bastante complicado porque, según la
 Sociedad Española de Hipertensión - Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), el 80% de la sal que consumimos proviene de las conservas y precocinados. Algo que puede ser problemático para nuestra salud ya que el exceso de sal está ligado a la hipertensión arterial.Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la enfermedad esta sociedad recomienda ser más reflexivos a la hora de hacer la cesta de la compra y analizar detenidamente el etiquetado de los productos, a fin de determinar el aporte de sodio y de grasas saturadas totales en el alimento. Demasiada sal en la cesta de la compra
Un tercio de las personas que padecen hipertensión no lo saben

Se calcula que en España hay cerca de 11 millones de personas que padecen hipertensión arterial, lo que supone entre el 25 y el 30 por ciento de la población adulta. Pero más preocupante que la alta incidencia que la hipertensión tiene en España, es el alto desconocimiento que se tiene de la enfermedad entre la población, ya que un tercio de las personas que la padecen, no lo saben y por lo tanto no se están tratando.

España es, a pesar de las campañas, el segundo país europeo en consumo de sal y con una ingesta de sodio aún está muy por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien aconseja un máximo de 5 gramos diarios para mantener los valores de presión arterial en niveles aceptables (140/90 Hgmm) y, en consecuencia, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. «Comer sano es posible y no tiene por qué hipotecar nuestro bolsillo ni nuestro tiempo», explica la presidenta de la SEH-LELHA, Nieves Martell, quien alerta del peligro de la ingesta descontrolada de los platos precocinados y otros alimentos ricos en grasas saturadas, sodio y ácidos grasos trans, abuso de fritos, conservas y guisos demasiados calóricos.


¿Sabemos lo qué comemos?
La cesta de la compra no es la única responsable del incremento de la hipertensión en nuestro país, si bien es verdad que en los últimos años ha aumentado el consumo de alimentos precocinados y envasados. El 20% de sal restante que consumen los españoles procede del salero y cerca del 8%, del sodio natural de los alimentos y los medicamentos. Ahora bien, entre los alimentos que más sal contienen, «los embutidos, el pan, los lácteos y derivados y sobre todo los platos preparados son los que más sal aportan a nuestra dieta y de hecho, se ha demostrado que aproximadamente entre el 70 y el 75 por ciento del sodio consumido procede de alimentos procesados e ingeridos fuera del hogar, lo que se conoce como 'sal oculta', ya que desconocemos cuánta tomamos en cada comida», aclara la doctora Martell.


Lo recomendable sería, en el caso de la sal, disminuir poco a poco su consumo de tal forma que el paladar se vaya acostumbrando y la cantidad diaria no supere los 1,5 gr. al día (el equivalente a un dedal).

Deterioro cognitivo
Los efectos de la hipertensión arterial son también neurológicos. De acuerdo con un estudio que se publica en Archives of Neurology, la hipertensión arterial aumenta en un 70 por ciento el riesgo de padecer deterioro cognitivo.

El estudio ha valorado a 918 personas que no presentaban insuficiencia cognitiva leve. Tras realizar un seguimiento durante cuatro años y medio, los investigadores pudieron comprobar que los pacientes con hipertensión arterial tenían un 40 por ciento más de riesgo de desarrollar insuficiencia cognitiva leve y un 70 por ciento más de peligro de padecer la forma no amnésica, la cual no implica importantes problemas de memoria.

«Creemos que se debe a que la hipertensión daña la estructura de los vasos cerebrales en la sustancia blanca, ubicada por debajo de la corteza cerebral. El flujo de sangre alterado y la disminución en la oxigenación lesiona la mielina que recubre las fibras nerviosas, lo que interrumpe los circuitos afectando a las funciones ejecutivas y comprometiendo los procesos mentales complejos como la resolución de problemas y la toma de decisiones », señala el presidente de la sección de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Enrique Galve.

Por otro lado, un estudio llevado a cabo por el Colegio Imperial de Londres y publicado en la revistaThe Lancet Neurology demostró que los medicamentos que controlan la hipertensión podrían reducir en un 13 por ciento el riesgo de demencia vascular. «Es importante destacar también que no todos los medicamentos funcionan igual para todas las personas, ya que otro tercio de los pacientes hipertensos se tratan pero están mal controlados. Resulta imprescindible no abandonar el tratamiento y acudir a nuestro médico para que nos recomiende el mejor medicamento según nuestras características », ha señalado.
nota
La información médica ofrecida en esta web se ofrece solamente con carácter formativo y educativo, y no pretende sustituir las opiniones, consejos y recomendaciones de un profesional sanitario.
Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional sanitario, considerando las características únicas del paciente.

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