lunes, 24 de junio de 2013

El efecto “yo-yo”, peligroso para el corazón

En algunas ocasiones, las sucesiones de fases de pérdida y recuperación de peso pueden estar relacionadas con problemas depresivos. Al parecer, hoy en día, este efecto "yo-yo" también aumenta el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares.
El efecto yo-yo: sus peligros 
© Thinkstock
El "yo-yo" ponderal es un fenómeno frecuente en el caso de las mujeres que siempre están en busca de un adelgazante ideal. Pero, en general, los periodos de dietas sucesivas son cada vez menos eficaces y, cuando paras de hacer régimen, la recuperación de peso es cada vez más importante. Un estudio norteamericano* revela que además este síndrome también puede conducir a una disminución del colesterol "bueno", el que protege contra las enfermedades cardiovasculares y es opuesto al colesterol que se deposita en las arterias.

Consecuencia de una sucesión de regímenes restrictivos muy severos

Si dejas que tu organismo "pase hambre", él se adaptará reduciendo los gastos de energía del metabolismo. En cierto modo, aprende a funcionar de manera “económica”. Cuando este organismo vuelve a recibir una alimentación suficiente, no recupera de inmediato estos gastos de energía, sino que el organismo los almacena prudentemente en previsión de otros periodos de “vacas flacas”. Cuando la persona recupera el peso después de dejar el régimen, se siente tan frustrada después de haberse privado de tantas cosas que empieza a comer de forma compulsiva.

Efectos nefastos en el colesterol

Si bien los regímenes drásticos resultan ponderales, el peso aumenta lentamente y, para colmo, los niveles de colesterol “bueno” disminuyen… Estos datos fueron publicados en la prestigiosa revista Journal of the American College of Cardiology tras realizar un estudio sobre 485 mujeres, de las cuales 130 habían pasado por un "yo-yo" ponderal (el 19% de las mujeres habían sufrido al menos tres veces en su vida oscilaciones de peso de entre 4,5 y 8,5 Kg.; el 6% entre los 9 y los 22 Kg. y un 2% de más de 22kg.). Todas estaban realizando pruebas por unos dolores en el pecho que evocaban una coronariopatía (constricción por el depósito de grasa en las arterias coronarias que alimentan el corazón). De media, las mujeres “yo-yo” tenían un nivel de colesterol "bueno" un 7% inferior al de aquellas que presentaban un peso estable. Por otro lado, las mujeres más gordas eran las que habían sufrido variaciones de peso más importantes y presentaban los niveles más bajos de colesterol "bueno", considerado como un elemento protector del corazón muy importante.

Y un riesgo de enfermedades cardiovasculares potencialmente aumentado

Si bien la diferencia media de niveles de colesterol HDL es en este caso mínima (-7%), representa un factor de riesgo cardiovascular que no debemos omitir. Existe una relación inversa entre la concentración de colesterol HDL y la frecuencia de complicaciones cardiovasculares.
Este estudio, sin embargo, no ha podido demostrar la relación de causalidad directa entre el “yo-yo” ponderal y las coronariopatías. Para ello sería necesario seguir a un conjunto más numeroso de mujeres durante un periodo también mayor, ya que las arterias se atascan, afortunadamente, de manera muy lenta.
Sin embargo, los autores animan a las mujeres a estabilizar su peso en vez de saltar de régimen en régimen, a menos que sufran un verdadero problema de obesidad. En este último caso, sólo un régimen “poco a poco” permite una pérdida de peso progresiva sin un rebote ponderal. 
L. Mir
*Journal of the American College of Cardiology

No hay comentarios:

Publicar un comentario