lunes, 24 de junio de 2013

¡Perder peso de manera rápida y totalmente segura!

El peso ideal es aquel con el que nos sentimos bien. ¿Sabías que cada gesto de tu vida cotidiana puede ser eficaz para adelgazar de manera equilibrada y sin riesgos? El movimiento incide de manera muy importante en el peso, de ahí el interés de escoger y realizar una o varias actividades físicas. ¡Descubre nuestro programa adelgazante!
¡Pierde peso de forma rápida y segura! 
© Thinkstock
Reducir calorías no es la única solución para perder peso. Pero tampoco es necesario pasarse la vida en un gimnasio. Es el momento de recurrir a un medio eficaz y agradable para adelgazar: una actividad física sana, constante y asociada a una alimentación equilibrada.

¡Para perder peso, no hay que ser un atleta!

Para perder peso, lo que cuenta la resistencia. Es inútil hacer sprints y querer batir récords de velocidad para adelgazar ya que así no quemarás grasa. Lo que se aconseja es practicar una actividad física de tipo aeróbico. La oferta es infinita: bicicleta, caminar, jogging, senderismo, natación y la cinta para correr.

Pon el bienestar por delante del esfuerzo

Escoge la actividad física que más te guste y establece primero unos horarios para que formen parte de tu planning semanal. Haber llegado hasta aquí ya es un gran paso. He aquí un método que se puede aplicar por igual a las máquinas de remo, la bici, el jogging y la cinta para correr:
  • Durante un mes tres veces por semana:
Comienza con 25 minutos controlando que tus latidos se sitúen entre el 60% y el 70% de tu frecuencia cardíaca máxima teórica (220 – tu edad).
Para una mujer de 30 años: 220 – 30 = 190 x 70 : 100 = 133. Tu zona de trabajo es de 133 pulsaciones por minuto, no debes superarlas. (Utiliza un pulsómetro).
  • Encuentra el ritmo adecuado:
La intensidad del esfuerzo no debe ser ni demasiado baja, ni demasiado alta. El ritmo tiene que ser regular, constante y moderado sin llegar a fatigarte. Después de un mes de entrenamiento, tu cuerpo se habrá habituado progresivamente al esfuerzo, pudiendo añadir 5 minutos más cada semana a tus sesiones.
El objetivo a largo plazo es aguantar 45 minutos o más. Es preferible entrenarse una hora con un ritmo moderado que 20 minutos con un ritmo rápido. Es mejor para el físico y para el corazón. Así mejorarás tu capacidad respiratoria y cardiovascular. Redescubre el placer de moverte a lo largo del día.
Moverse no quiere decir agotarse. Simplemente, hay moverse mejor. Vete caminando a trabajar. Bájate, por ejemplo, en la parada de metro o de autobús anterior a la de tu trabajo, y lo mismo para la vuelta. No estás haciendo deporte y, sin embargo, repitiendo estos desplazamientos aceleras el adelgazamiento. Evita los ascensores si tienes que subir tres o cuatro pisos y tampoco utilices las escaleras mecánicas. En resumen, intenta multiplicar las ocasiones para caminar más.

Para optimizar los efectos vigila tu alimentación

Intenta seguir una alimentación sana: no se trata de hacer una dieta sino de seguir una alimentación normal, equilibrada y moderada para que disfrutes y no para que te frustres. Comer mejor sin un desequilibrio nutricional. No nos podemos privar de todo, así que mantén tus alimentos preferidos sabiendo moderar su consumo. No te saltes ninguna comida.

Mejora tu aspecto con éxito

La grasa se va a ir quemando dando paso a los músculos y mejorando así tu aspecto físico. Después de un tiempo conseguirás entrar mejor en tu ropa. Puedes completar este programa adelgazante utilizando cremas reductoras que optimizarán tus esfuerzos. Pero seamos claros, estos tratamientos anticelulíticos y antigrasa por sí solos no acabarán con tus kilos rebeldes.
T. Albert

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